«LA CADENA HA EMPEZADO».
David, alumno del CEIP Marcelo Usera, tiene entre sus dedos de siete años cuya mente no acaba de controlar como quisiera un pliegue de papel de seda que un desempleado no aprovechó en su clase de orientador de tiempo libre y cuyo profesor guardó celosamente para un segundo curso que nunca llegó.
Laura, compañera de David, lee un Zipi y Zape que salió de manos de una Carmelita seglar que los conservaba desde niña para ese niño que su Dios no le concedió. César lo consiguió. Ngoy dibuja con los lápices de colores que Carmen, la profe de David, le entregó a Marisol, voluntaria de MadreÁfrica porque la Carmelita los pidió.
Ángel el gaitero, que ayudó a Carmen a recoger material de oficina guardado en un sótano, escribe ahora sobre una mesa de oficina que el empresario le regaló.
Todas estas historias tienen un elemento que las une: la cadena solidaria de Galehi. Hace tiempo que todos formamos parte de ella pero quizás alguno no se hubiera dado cuenta hasta ahora. ¿Te unes?
Carlos Querol, socio de Galehi.