Marta Borraz Eldiario.es
«Todo lo que sea prohibir o esconder es negativo para el desarrollo de los niños y para la sociedad». Así de tajante se muestra Elena Sánchez, que dice hablar por ella y por Guillermo, su marido, y pensando, sobre todo, en sus dos hijos, de tres y seis años. Se refiere a la educación LGTBI en las aulas, una de las dianas en las que Vox y distintos grupos ultracatólicos como HazteOír están concentrando gran parte de sus ataques. Como respuesta, la organización de familias LGTBI Galehi ha lanzado una campaña en la que varias familias heterosexuales se posicionan a favor de estos contenidos.
Una de ellas es la de Elena, a la que la idea de participar le pareció «necesaria» desde un principio. Las fotos de los protagonistas han sido difundidas desde el pasado mes de octubre por este colectivo bajo el hashtag #NiUnPasoAtrasEnDiversidad junto a las razones de cada familia. «Para nosotros es muy importante que estos valores se transmitan a nuestros hijos. Son muy pequeños y no sabemos qué orientación sexual van a tener. Por eso queremos que crezcan con total libertad. La orientación sexual negada hace mucho daño», reflexiona mientras celebra que sus pequeños, Bruno y Simón, acudan a un colegio de Madrid «sensible» con estos temas.
Elena califica de «preocupante» la ofensiva de Vox, patente en las declaraciones públicas que suelen hacer sus representantes contra la «ideología de género» o el «adoctrinamiento» de la infancia. Entre ellas, destacan las palabras de Rocío Monasterio hace unos meses comparando los talleres LGTBI con «la zoofilia» o «la parafilia» o las campañas que mantiene el grupo ultracatólico HazteOír, que está haciendo presión contra este asunto y llega a preguntar en su web: «¿Qué haces cuando a tu nieta pequeña, que no ha cumplido aún los cuatro años, la inician en juegos eróticos infantiles?
En realidad, este tipo de contenidos se adaptan a las diferentes etapas educativas y lo que buscan es acabar con la discriminación LGTBI. Sin embargo, el ataque de la extrema derecha ha cristalizado en propuestas concretas, entre las que destaca el intento de implantar el pin parental en comunidades en las que sus votos han servido para formar gobiernos de derechas como Andalucía o Murcia. Como parte de su campaña, Vox ha colgado en su página web un modelo de pin parental y HazteOír hizo un envío masivo a centros educativos hace unas semanas. En la práctica, es un papel que permite a los padres vetar las actividades que cuestionan sus convicciones morales, ideológicas o religiosas.